Con el tintineo de mis caderas...

Dentro el laberinto de columnas se convierte en un bosque, en el que bajo cada arco se sella una promesa, y las velas se queman con sus lágrimas transparentes. Si no sueltas mi mano, te contaré con susurros los secretos que esconde cada rincón, las caricias con las que Abd- al- Rahman cuidó la Mezquita, los paseos de mis antepasados por este lugar que sigue sin orientarse a la meca, y que hace que el tiempo se pare ante su encanto en un silencio de aromas, en el que ahora el único rayo de sol que traspasa su muro, se clava en tus pupilas
Tumbados mis ojos recorren la torre, que cansada jubilación tras jubilación saluda a los turistas que amablemente dedican un flash de sus cámaras.
Y el agua sigue salpicando en las fuentes
8 comentarios
Rosie -
Rosie
Pedro Glup -
Ay, esa calleja de las flores. Que hermoso beso en el callejón del pañuelo. Nostalgias cordobesas. ¿donde estará ella?
jasp -
Tharsis -
Ever After -
Un beso, ah! y que me ha encantado el post!!!
Lalwënde -
Precioso tu relato, me ha encantado,
Muchos besitos!
DuNa -
Besitos!
Manueliki -